Últimamente el debate sobre la gestación subrogada ha puesto sus miras sobre las llamadas “agencias de gestación subrogada”. Los colectivos que están en contra de esta técnica de reproducción asistida y el propio Gobierno de España, han puesto su punto de mira, pensando haciendo desaparecer al intermediario, se acabará el problema.
Aparecen en prensa diversos artículos acusando a las agencias de ganar dinero con estos procesos, de enriquecerse etc… dando a entender la innecesaridad de las mismas para poder realizar un proceso de gestación subrogada, o que éstos se producen porque existen agencias, como las mismas pudiesen generar una demanda, de algo que la sociedad no busca.
Un proceso de gestación subrogada es altamente complejo. Tiene una parte médica complicada, ya que casi siempre las parejas que recurren a esta técnica tienen dificultades para procrear por sí mismos, lo que conlleva un riesgo de reducción en el éxito, y una parte jurídica, no menos complicada, con países con legislaciones contradictorias, y en la mayoría de los casos, con el rechazo del país de destino del bebé en el reconocimiento a su derecho a ser inscrito en el registro civil a nombre de sus dos padres , ya que un país soberano, les ha otorgado ese derecho.
Así, inevitablemente, se hacen imprescindible la colaboración de una serie de profesionales, tanto en el ámbito médico como en el jurídico, con el fin de garantizar a todas las partes intervinientes un correcto desarrollo del proceso.
Es cuando los padres intentan realizar un proceso de gestación subrogada directamente, sin profesionales que lo supervisen, que surgen problemas, a veces menores, pero a ves mayores como el caso del ciudadano español que aun a fecha de hoy está en prisión en Colombia por un llevar a cabo un proceso de gestación subrogada en aquel país, sin las garantías legales imprescindibles.
Los detractores de la gestación subrogada arremeten contra la misma, desde todos los ángulos. Y uno de ellos son los “intermediarios”. En muchas tertulias se aboga por que padres a los que la naturaleza les ha denegado la paternidad, opten por la adopción, nacional o internacional. Sin embargo, todos sabemos que las listas de espera en la adopción son interminables, y que la mayoría de padres quedan finalmente excluidos. Ello ha llevado a que en los últimos 3 años, los procesos de gestación subrogada hayan duplicado el número de adopciones internacionales, que se han convertido en una carrera de obstáculos interminables e insalvables la mayoría de las veces.
Sin embargo, estos colectivos anti-gestación subrogada, olvidan que para llevar cabo una adopción internacional, es imprescindible pasar por unas entidades que se llaman “ECAI”, (entidad de colaboración para la adopción internacional), supuestamente entidades sin ánimo de lucro, a través de las cuales es obligatorio pasar.
Que sean entidades sin ánimo de lucro no quiere decir que los profesionales que las integran, abogados, asistentes sociales, traductores, administrativos etc. No cobren un sueldo, o que la ECAI no tenga que pagar un alquiler de un local donde trabajar, luz, agua, teléfonos, viajes al extranjero y todos los gastos que toda actividad de este tipo conlleva. También olvidan que el informe de idoneidad, que otorga la administración, tras un severo escrutinio de los padres, es un documento de pago, que a menudo supera los 1000 euros, y finalmente, un proceso de adopción, que ha pasado por una entidad sin ánimo de lucro, acaba superando los 30.000 euros, que evidentemente no se han gastado en el país de origen del niño adoptado.
Recientemente, una ECAI que hacia adopciones en un país que bloqueó las mismas, tuvo que solicitar a los padres que estaban a la espera de conseguir una adopción, una suma importante de dinero, para poder seguir manteniendo la estructura, ya que, al no poder captar nuevos padres, carecían de ingresos futuros hasta la finalización del proceso.
Los padres montaron en cólera, pero la administración pública aprobó la actuación de La ECAI, y los padres, a los que se les había comunicado un precio, tuvieron que incrementar sus gastos notablemente, para mantener una entidad que ya se había gastado su dinero. Si esto lo hace un bufete de abogados, sus integrantes acaban detenidos y en prisión preventiva. Las ECAI, entidades con muy poca transparencia, y sobre las que no se habla. No ponemos en duda la necesidad de las ECAIS para un proceso de adopción internacional. Al igual que en la gestación subrogada, para garantizar el correcto desarrollo de un proceso de adopción, y que se cumple con la ley, es imprescindible la intervención de una serie de profesionales, que sin duda se encuentran en las ECAIS, gracias a las cuales, el proceso llega a buen puerto ,sin más sobresaltos que los imprevisibles, para los padres.
¿Por qué entonces esta animadversión a las “agencias” de gestación subrogada? ¿ Por qué son innecesarias? ¿Por qué cobran un dinero por hacer un trabajo, como hacen las ECAIS? o ¿Por qué se pretende que se cumpla el proverbio “ muerto el perro, muerta la rabia” y si se cierran las agencias, caerán en picado el número de gestaciones subrogadas, que es lo que a ciertas autoridades españolas les gustaría?
Agente colaborador de Gestlife agencia de gestación subrogada
Recientemente leímos un artículo que hablaba sobre los epígrafes en que algunas de las principales compañías tenían como actividad en sus escrituras. En el caso de GESTLIFE, asesoramiento jurídico (que es lo que realmente hacemos) y en otros casos, ciertamente, la actividad era cuanto menos curiosa: informática, sector agropecuario etc. Pero ello no se debe sino a que no existe en nuestro país la figura de la agencia.
El autor del artículo recriminaba que las agencias no tuviesen como epígrafe de actividad, la actividad que realmente desarrollan, pero al parecer ignora que sencillamente no existe esa actividad, por lo que aunque esas empresas lo deseen, no pueden adscribirse a un epígrafe que sencillamente no existe.
Como siempre, los colectivos que están en contra de algo, hacen más ruido y saben unirse Mejor que los que están a favor de algo. La mayoría de la población española, (más de un 78%) está a favor de la gestación subrogada, le pese a quien le pese.
Alegar que la gestación subrogada es solo legal en 11 países de los 193 que existen, (Como hizo la vicepresidenta del Gobierno en el Congreso de los Diputados para justificar que es algo atípico), es tan aberrante como lo sería por la misma regla de tres , decir que el matrimonio homosexual solo está permitido en 25 países de los 193, cuando evidentemente la inmensa mayoría de la población (Nosotros los primeros y nuestros padres aún más) están totalmente de acuerdo con la existencia del matrimonio homosexual y de su derecho a ser padres, no solo por la gestación subrogada, sino también por la adopción, y por las técnicas de reproducción asistida.
Hay que dejarse de hipocresías, y regular la gestación subrogada. Pero regularla no quiere decir crear una ley para que parezca resuelto el tema, pero sin resolverlo de verdad. Todos somos conscientes de cómo ha acabado el mundo de las adopciones. Es un laberinto sin salida la mayoría de las veces.
Países que han regulado la gestación altruista como reino Unido, Grecia, Canadá, Portugal (que recientemente ha visto anulada su ley de gestación subrogada por el tribunal constitucional de dicho país), ven como sus ciudadanos tienen que acabar haciendo sus procesos fuera de su estado porque las reglas impuestas, sencillamente se pusieron para ponerle puertas al campo, y no para solucionar un problema real. No se puede pretender que si una donante de óvulos percibe legalmente una compensación de 1000 a 1400 € por las molestias sufridas, una gestante, que permanece 9 meses embarazada, con los riesgos que ello conlleva, lo haga sin compensación alguna. El debate está abierto. Las partes enfrentadas abiertamente. Los que hacen ruido, hacen mucho ruido, pero intentar matar al mensajero, no es la solución. La mayoría de la población a favor, como siempre, calla. La solución es legislar, de forma que aquello que la inmensa mayoría de los ciudadanos desea y aprueba, se pueda realizar de verdad, sin cortapisas, y con todas las garantías.
Recientemente, el PSOE decidía abordar el debate de la EUTANASIA, pospuesto eternamente, “porque la sociedad no estaba preparada” según el gobierno, porque un 86% se mostraba favorable. Siguiendo el mismo dogma (que es más que razonable y evidente), también debería aprobarse la gestación subrogada, ya que según la encuesta realizada hace tres años, entre más de 3000 entrevistados en toda España, solo un 14% de la población estaba en contra y a un 78% le parecía muy bien, o bien que una pareja que no podía tener hijos de forma natural acudiese a esta técnica.
La mayoría de las grandes “agencias” que operan en España, no son “agencias” (figura inexistente en nuestro país) son despachos de abogados legalmente constituidos, a cargo de profesionales que los padres tienen derecho a contratar. Incluso en la adopción internacional, a pesar de la obligatoriedad de pasar por una ECAI, si los padres lo desean pueden contratar además un abogado que les asesore.
Existe un gran desconocimiento de la operativa de estas sociedades, desconocimiento que nace sencillamente de no haberse informado. La mayoría de las sociedades de abogados, (como Gestlife) se limitan en España a asesorar e informaren España sobre la parte legal. El resto del proceso lo desarrollan las compañías que el grupo GESTLIFE (perteneciente al grupo empresarial de Reino Unido INVEST MEDICAL) tiene en diferentes países, con oficinas propias, como establece la ley de aquellos países, y siempre en el estricto cumplimiento de las leyes de esos estados. Ninguna ley prohíbe (ni puede prohibir) a un bufete de abogados a asesorar a sus clientes sobre la gestación subrogada, la adopción internacional, o cualquier otra rama del derecho. Como ocurre en muchas otras áreas, la gente que está a favor de algo es la mayoría silenciosa, y solo una minoría, siempre muy beligerante, es la que hace ruido.
Desde estas líneas invitamos a todos los que están a favor de la gestación subrogada a pronunciarse sin miedo (somos mayoría), a unirse, y a demostrar el peso que tenemos. No es el derecho de las agencias o de los intermediarios a existir lo que aquí se debate (los abogados siempre tendrán el derecho a asesora haya la ley que haya). Lo que aquí se debate es el derecho a ser padres para aquellas personas a las que la naturaleza se lo ha impedido. Todo el mundo tiene derecho a defender sus ideas. Los que están en contra, lo hacen constantemente. Y están en todo su derecho.
Quizás ha llegado el momento de que los que están a favor se hagan visibles, y que se planteen por ejemplo, a qué partido político van a votar en las próximas elecciones, sabiendo que están a favor o en contra de nuestro derecho a ser padres. El eslogan “Es mi cuerpo, yo decido” que tanto bien hizo en favor del derecho a las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, no puede ser válido en el pasado para ciertas cosas, e invalido ahora para lo que nos conviene. Es sencillamente una hipocresía.
Las “agencias de gestación subrogada o por sustitución” son necesarias al igual que las ECAIS (no hablamos de chiringuitos en un piso de una casa, llevados por dos personas, sin medios ni estructura, sino de los despachos de abogados compuestos por profesionales y con las estructuras necesarias), para garantizar el correcto desarrollo del proceso con todas las garantías.
Y al igual que las ECAIS deben cobrar sus honorarios, porque nadie puede trabajar gratis, y prestar verdaderamente un servicio sin oficinas, personal, abogados etc. Si para un divorcio, un despido laboral, o sencillamente un problema con el vecino de arriba que nos inunda el piso con su bañera, recurrimos a un abogado ¿cómo pretendemos hacer un proceso tan complejo como una gestación subrogada con una compleja parte médica, y una aún más compleja parte legal, sin la intervención de especialistas en la materia, o de la mano de amateurs “con buenas intenciones” pero poca experiencia y nulos recursos?
Por otro lado, hemos nunca de olvidar al colectivo gay, que a menudo queda oculto dentro del debate, cuando representa más del 45% de los casos de gestación subrogada.
Es el momento de que este colectivo, mayoritariamente favorable a la gestación subrogada , haga valer su peso, especialmente a los partidos políticos con los que supuestamente ha existido siempre una mayor sintonía, algunos de los cuales se muestran abierta y beligerantemente contra la gestación subrogada. Esos partidos políticos desean impedirles ser padres. Quizás es el momento de transmitir a esos partidos su desacuerdo, o sencillamente castigarles en las elecciones en el voto, impidiendo que gobierne quien nos quiere impedir nuestra paternidad. Tenemos los gobernantes que nos merecemos, y si luego suceden cosas que no nos gustan no nos lamentemos si no se hizo nada por evitarlo. Los españoles somos muy dados a dejar que el que venga detrás quite la piedra que encontramos en el camino, y milagrosamente conseguimos sortear. Y esa es una actitud que hay que corregir.